Winston soñó Aniquirona. Fue a través de sueños que ella le fue dictando cada uno de los versos y le fue contando de su vida y de su entorno. De Shuaima donde siempre llueve. Fue en sus sueños que conoció a esta mujer y a fuerza de soñarla repetida la fue conociendo, la fue entendiendo hasta plasmarla llena de vida en su poesía. Aniquirona no es un personaje de Winston, acaso sea él quien termina siendo una creación de esta mujer onírica, el primer cuerpo que ella tuvo antes de ser libro.
Winston Morales Chavarro nació en Huila [Neiva – Colombia] en 1969 y además de Aniquirona y De regreso a Shuaima, ha publicado Memorias de Alexander de Brucco, poemario con el que obtuvo, en 2001, el Premio Nacional de Poesía Universidad de Antioquia. Eso en lo que respecta a poesía. “Dios puso una sonrisa en su rostro” es su primer novela publicada y “Poéticas del Ocultismo” su primer libro de reflexión en el que junta ensayos al respecto de cuatro poetas latinoamericanos: José Antonio Ramos Sucre, Carlos Obregón, César Dávila Andrade y Jaime Sáenz. Poetas que comparten con Winston esa atracción por el mensaje hermético y oculto, esa atracción por la muerte y sus discursos.
Winston es viejo amigo de esta casa IMPRESENTABLE y últimamente resultamos sostener encuentros fugaces en los que no nos alcanza el tiempo para hacer la debida nota. En Cúcuta me lo topé en la noche en que se iba. A San Cristóbal llegué cuando el ya no estaba en la ciudad. Hace poco pasó por un par de días a Bogotá y entonces sin darle más largas al asunto le robé unos minutos de su mañana para poder por fin compartir con ustedes la siguiente video entrevista que nos salió de 7 minutos con 34 segundos, quedan invitados a verla:
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